Tantrayana
Los tres vehículos del budismo
El Tantrayana es uno de los tres caminos principales (yana) del budismo. En el camino tantrayana utilizamos el cuerpo para trabajar con la mente.
¿Cuáles son los tres caminos? Un camino es la renuncia, que es el budismo teravada. El budismo teravada se enfoca en la enseñanzas de las Cuatro Nobles Verdades y el Óctuple Sendero, así como en instrucciones sobre meditación. Se le conoce por sus votos y el cultivo de la disciplina. Este camino enseña cómo no hacer daño a los demás.
Otro camino es el reconocimiento o la realización, que es el budismo mahayana. Al Mahayana se le conoce por su mayor comprensión de la vacuidad y la compasión. Este camino enseña cómo ayudar a los demás, por lo que entonces dejas automáticamente de hacerles daño.
El tercer camino es la transformación, que es el Tantrayana. Este camino nos enseña cómo ser felices, por lo que entonces automáticamente ayudamos a los demás. El tantrayana también se denomina Vajrayana, el vehículo diamantino. La razón es que mediante sus prácticas transformamos nuestro cuerpo, palabra y mente para que parezcan un diamante — fuerte, claro e indestructible.
No renunciar — transformar
En este camino no renunciamos a nada, porque todo lo que nos rodea y todo lo que hay en nuestro interior se puede usar como herramienta de transformación. Por ejemplo, los practicantes tantrayana no rechazan los problemas. En su lugar, consideramos los problemas como nuestros mejores maestros. La vida está llena de problemas, ¡nunca podemos escapar de los problemas! ¿Por qué intentar alejarlos? Deberíamos darle las gracias a nuestros problemas y a las personas que nos causan problemas, ya que esta es la mejor manera de aprender sobre nosotros mismos.
Es la mejor oportunidad para desarrollarse. Lo mismo pasa con nuestras emociones negativas. En lugar de rechazar nuestras emociones negativas o de renunciar a ellas, podemos utilizarlas. Podemos usar un enfado más grande para salir del enfado. De esta forma transformamos las emociones negativas en sabiduría.
El Tantrayana nos enseña que tenemos que expandir nuestro deseo. El deseo es una potente herramienta en el camino al Despertar. No renunciamos al deseo. Tenemos que expandirlo para incluir todas las cosas, incluyendo los problemas, las emociones negativas y las personas difíciles. Esta es la forma de volverse más sano y feliz, de reducir el estrés y la lucha, y con el tiempo salir del deseo.
Interconexión de cuerpo y mente
El Tantrayana tiene una profunda comprensión de las diferentes dimensiones del cuerpo y de la mente. Debido a su interconexión, podemos usar el cuerpo como un vehículo para trabajar con la mente y desarrollarnos en el camino espiritual. Por ejemplo, cuando hay bloqueos en los canales corporales sutiles, esto causa que nuestra mente también se atasque y se ponga tensa. Entonces nuestra mente no fluye y nuestra ignorancia oculta nuestra verdadera naturaleza. Por lo tanto, al hacer prácticas que liberan los bloqueos de los canales corporales sutiles y armonizan el flujo de los vientos y esencias vitales dentro de los canales, nuestra mente también se volverá más pura y más equilibrada. Seremos más capaces de acceder a nuestra sabiduría innata y nos aproximaremos más a nuestra verdadera naturaleza, que es claridad, apertura y luz. Así pues, el Tantrayana incluye técnicas muy especiales que nos capacitan para experimentar nuestra naturaleza búdica de una forma muy directa.
Tres cosas que necesitamos
El Tantrayana es sin duda un camino muy directo. Hay que ser valiente para permanecer en este camino. La fe nos hace valientes. Necesitamos tres cosas cuando practicamos el tantrayana: fe en la enseñanza, fe en el maestro y fe en nosotros mismos. Si no tenemos fe en la enseñanza y en que esta funciona, entonces no tendremos motivación para continuar si nuestra práctica se vuelve un reto. Tenemos que tener fe en que si hacemos la práctica correctamente, conseguiremos los resultados.
Luego tenemos que tener fe en el maestro. Cuando practiques el tantrayana, es muy importante que tengas un maestro, un guru. ¿Por qué necesitas un maestro? El maestro es una representación del Buda. Nuestras mentes están tan engañadas que no tenemos oportunidad de recibir las enseñanzas directas del Buda. Estamos en una dimensión diferente. El maestro nos permite recibir todas las bendiciones del pasado. Practicar con un maestro significa que no solo recibes enseñanzas, sino que conectas. Esto significa que también practicas la devoción. La devoción es la forma de reducir tu ego-orgullo. Si practicas las enseñanzas con ego-orgullo, entonces las enseñanzas pueden volverse veneno. Irán completamente en la dirección equivocada. Por lo tanto, tenemos que cultivar la devoción. Esto permite que recibamos las enseñanzas de manera correcta. Por esta razón decimos que el Yoga del Guru es la columna vertebral del Tantrayana. (Ver "Yoga del Guru" para más información.)
Finalmente, tenemos que tener fe en nosotros mismos. Tenemos que saber y aceptar que somos de naturaleza búdica pura y que todos tenemos el potencial de llegar ahí. Es nuestra propia motivación, disciplina y energía lo que nos llevará ahí. Es seguro que las enseñanzas funcionan. Si tienes un buen maestro, entonces ya eres muy afortunado. Luego, de ti depende alcanzar el resultado.
Naturaleza, no cultura
En conclusión, el Tantrayana es naturaleza, no cultura. El Tantrayana está más allá de la mente conceptual, más allá del pensamiento. El Tantrayana son métodos que funcionan con la naturaleza fundamental de nuestro cuerpo y mente. Todos tenemos esta naturaleza, no importa de dónde seamos. Esta es naturaleza pura.
Tulku Lobsang enseña métodos accesibles para utilizar los principios del Tantrayana para nuestro propio desarrollo. Nos enseña cómo liberar nuestros bloqueos y abrirnos en un nivel cada vez más sutil. Al cambiar el cuerpo sutil, nos cambiamos completamente, y de esta forma lo cambiamos todo.