Queridos hermanos y hermanas:
Siempre digo que el propósito de la vida es salir de nuestro «yo», nuestro ego, y de esta forma intentar encontrar nuestra verdadera naturaleza.
No olvidéis que cuando practicamos el camino espiritual, no deberíamos crear un «yo» más grande. En su lugar, decimos que una persona espiritual es alguien que — en la medida de lo posible — intenta crear menos «yo». En nuestra vida normal, tenemos mucho «yo». Esta es la raíz de nuestros problemas.
Esto significa que debido al «yo» hay una diferencia entre nuestra vida normal y nuestra vida espiritual. En nuestra vida normal tenemos demasiado «yo», y ese es el problema. Entonces practicamos el camino espiritual e intentamos tener menos «yo». De esta forma creamos una separación entre nuestra vida normal y nuestra vida espiritual.
Mucha gente que practica un camino espiritual crea más «yo». No se da cuenta de la raíz del problema.
¿Quién no te permite que te vuelvas una persona espiritual? Nadie — sólo tu «yo». Esto significa que siempre puedes practicar, en cualquier momento. No importa lo que practiquéis exactamente en el camino espiritual, cuando sentís más «yo», entonces tenéis que daros cuenta de que esa no es la manera correcta de practicar.
Cuando no sois felices, cuando estáis sufriendo, en ese momento siempre sentís el «yo». Por lo tanto, siempre es importante que no olvidemos que practicamos el camino espiritual porque queremos reducir el «yo».
Cuando hay menos «yo» hay más felicidad. El «yo» hace que vuestra vida sea muy dura y muy difícil. El «yo» es la fuente del problema.
Pregunta: ¿Quién puede reducir el «yo»?
¡Vosotros podéis, nadie puede excepto vosotros!
Pregunta: ¿Qué método podéis emplear para reducir el «yo»?
La compasión y el amor incondicional.
¡No olvidéis que todos estamos un poco locos!
~Tulku Lobsang |