El cambio es la energía del universo. Nadie tiene que hacer nada para eso porque ya está ahí. El cambio es la naturaleza de nuestra existencia —tanto si nos gusta como si no. La ignorancia de esta verdadera naturaleza es la fuente de nuestro sufrimiento.

El cambio no es el problema. El cambio siempre es correcto; nunca comete un error. Es nuestra ignorancia y nuestro rechazo del cambio lo que es el problema. No importa lo fuertes que seamos ¡no podemos luchar contra el cambio! Solo sufriremos. El problema es que el cambio sucede sin dirección. El momento en que utilizamos el cambio es el momento de nuestra liberación. Solo tenemos que darle una dirección al cambio.

El cambio es lo que nos da el poder de crear una vida completamente nueva y crearnos a nosotros mismos como una persona completamente nueva. Puedes nacer en el infierno, pero un cambio puede hacerte aparecer en el cielo. Pero tenemos que decidir cómo utilizar el cambio. Tenemos que decidir en qué dirección queremos ir.

Hay muchos tipos de cambio, pero el cambio más valioso y potente es cuando te cambias a ti mismo. Cuando te cambias, cambias todo el mundo. Por otra parte, puedes intentar cambiar todo el mundo, pero si no te cambias tú, entonces nada cambia. Cuando te cambias, todo cambia. Eso es magia.

Cambiar a los demás no significa nada. El cambio tiene que provenir de tu parte. Y cuando lo hace, entonces tienes el poder de crear cualquier cosa que quieras.