En el budismo tenemos algo denominado energía cero, que es la energía del cambio, la energía de la impermanencia. La energía cero está llena de potencial. Cualquier cosa puede suceder; el cambio puede darse de cualquier manera. Cuando sucede sin dirección, el resultado es sufrimiento. Nunca estés en contra del cambio. Siempre perderás, porque el cambio es la energía más potente del espacio vacío.

Así que el cambio siempre está ahí, pero tenemos que hacer que el cambio opere como queramos que lo haga. Esto significa que tenemos que decidir. Con una decisión podemos cambiarlo todo. No tenemos que crear el cambio, pero tenemos que tomar una decisión. El momento en que decidimos es el momento en que le damos dirección a la energía cero, al cambio. Entonces el cambio nos dará todo lo que pidamos. Pero primero tenemos que decidir lo que queremos.

Por lo tanto, una decisión es la única forma de utilizar el cambio como queremos. Cuando el cambio le produce sufrimiento a la gente se debe a su falta de decisión. Cuando tenemos el poder de decidir, el cambio nunca causará un problema. El cambio siempre ayudará. El cambio nos dará todo lo que deseemos, por lo que tenemos que decidir.