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Con una combinación especial de movimientos, ejercicios respiratorios y visualizaciones despertamos nuestro fuego interno, que quema los bloqueos de las impresiones kármicas.
El tummo es nuestro fuego de sabiduría. Es algo que de forma natural tenemos en nuestro cuerpo. Este fuego, este calor interno, se puede encontrar en la zona de debajo del chakra del ombligo. En un nivel físico es responsable de la temperatura de nuestro cuerpo –el calor de la digestión y el metabolismo, el calor que impulsa las reacciones químicas y que fabrica las hormonas. ¡Pero el tummo es mucho más que eso! En un nivel energético, el fuego del tummo resplandece por los canales, haciendo desaparecer los bloqueos más sutiles y haciendo surgir la energía por todo el cuerpo. En el nivel de la mente, el tummo es la fuente del amor, la alegría, la felicidad y el gozo.
Desgraciadamente, al envejecer empezamos a perder este calor natural. Entonces nuestras hormonas y esencias disminuyen automáticamente. ¡Pero no tiene por qué ser así! La práctica del tummo encenderá de nuevo nuestro fuego interno. Mediante una combinación de movimientos, técnicas respiratorias y visualizaciones generamos la llama del tummo y la expandimos por todo el cuerpo. La llama crece, empezando desde debajo del ombligo y se eleva cada vez más, penetra suavemente cada uno de los chakras principales y se extiende por todas las ramificaciones y poros de nuestro cuerpo.
Los chakras son las puertas secretas de nuestro ser. Abrirlos y conectarlos con nuestro fuego del tummo nos proporciona realizaciones. De esta forma, aprovechamos nuestra sabiduría interior. Desde esta gran presencia podemos realizar la verdadera naturaleza de nuestra mente, la sabiduría fundamental y el amor y la compasión incondicionales.
Tulku Lobsang Rinpoche tiene una conexión muy especial con el tummo. Esta es su especialidad y la puede enseñar como nadie. ¡Es una fabulosa oportunidad!
